La cena de Emaús, aprox. 1600 |
La obra se distingue por los siguientes rasgos:
- Por un lado, por la violenta iluminación de la escena. Como es habitual en él, la escena se desarrolla en penumbra y hay un foco de luz que ilumina la cara de Cristo, el bodegón de la mesa y los brazos del discípulo de su izquierda (que realizan un importante escorzo) .
- En segundo lugar, destaca la gestualidad de los personajes. Cristo está ensimismado con la mano derecha alzada para bendecir mientras los apóstoles con sus gestos nos muestran su sorpresa. Esos gestos son muy realistas: uno alza los brazos y el otro se aferra a su silla como si fuera a apartarse. Contrasta con el gesto del tabernero, que parece ajeno a lo que está ocurriendo.
- En tercer lugar, en esta obra se retrata personajes de la calle, algo habitual en las obras de Caravaggio: tipos fisonómicos vulgares pero con personalidad, claramente diferenciadores. Son parecidos a las utilizadas en otras obras suyas, como por ejemplo, en "El prendimiento de Cristo". En contraste está el rostro de Jesús, mucho más idealizado. Es una especie de contraposición entre lo espiritual y lo terrenal. Recordemos que a Caravaggio le gustaba representar a gente humilde y de la calle. Busca por medio de una obra de temática religiosa, el acercamiento a la cotidaneidad y el naturalismo.
Prendimiento de Cristo, 1602. |
- Por último, destaca el bodegón. Aprovecha el tema para retratar varias viandas (frutas, ave, pan, jarras) y mostrarnos su gran dominio en este género.
Cesta de frutas, aprox. 1596 |
Sin duda, se trata de una obra representativa del tenebrismo de la época, que inició Caravaggio y que tanta influencia tendría en años posteriores, no sólo en la pintura italiana sino por toda Europa. Refleja las características principales de la obra artística de su autor: contrastes de luz, iluminación en zonas concretas, uso de tipos fisonómicos vulgares, y naturalismo en la representación.
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