Zurbarán y los bodegones

"Agnus Dei" es una de las obras más emblemáticas de Francisco Zurbarán. Representa a un cordero atado por las patas como símbolo del sacrificio de Cristo. Es una representación habitual, de hecho Zurbarán realizó varios cuadros con la misma escena, si bien ésta es la mejor de todas por el gran realismo en los detalles (el rizado del pelo, el gesto del animal, etc).
Agnus Dei , 1635-1640

Se trata de un bodegón, en concreto lo que podríamos llamar "bodegón divino" por mezclar una naturaleza muerta con un tema religioso. Éste tipo de bodegones también tuvo como representante a Velázquez con obras como "Cristo en casa de Marta y María" o " La mulata". 
Cristo en casa de Marta y María, 1618.
Velázquez da importancia a las criadas que preparan la comida
en lugar de la escena de Cristo visitando Marta y María

La mulata, aprox.1618.
También llamado "La cena de Emaús" por representar en la esquina izquierda ese pasaje.
Vuelve a dar importancia a la escena de la cocina en lugar de al tema religioso en sí.

Zurbarán fue uno de los principales pintores de naturalezas muertas en Sevilla. Probablemente el iniciador, primero en Toledo y luego en Granada, sería Juan Sánchez Cotán. Hay cierta influencia suya obviamente no en los objetos en este caso concreto, pero sí en la representación del cordero con un fondo neutro, sobre lo que parece una mesa (en lugar de un alféizar, lo que suele ser habitual en las obras de Sánchez Cotán). 
Bodegón de caza, hortaliza y frutas, de Sánchez Cotán.
La colocación de los elementos en el alféizar de una ventana es habitual en sus obras.

Con ese fondo se centra la atención en la figura. También colabora en ello la iluminación que proviene de la izquierda y que hace efectos de claroscuro, especialmente en el pelaje del animal, y que destaca la indefensión del mismo. 
Zurbarán destacó también por otros bodegones:
Bodegón de cacharros, 1636

Bodegón con naranja, limones y una rosa, 1633

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